Tu bebé sigue siendo un recién nacido y sus horas de sueño nocturnas aún no se prolongan como para poder descansar lo suficiente. Pero ya pronto irá extendiendo sus horarios y normalizando la rutina alimenticia. Poco a poco te vas acostumbrando a la idea de ser mamá. Muchas cosas habrán cambiado en la casa, sobre todo, porque ahora la prioridad la tiene el nuevo bebé. Por ello, es importante que papá y mamá se apoyen mutuamente en estas tareas postnatales, para que ninguno se sienta relegado ante la presencia del nuevo miembro, sino más bien, como un equipo fuerte y sólido, con alegres expectativas de disfrutar familia
Alimentación
La leche materna suple todas las necesidades del recién nacido, siempre y cuando la mamá conserve una dieta sana y balanceada. Pronto, será necesario incluir un suplemento vitamínico que aporte vitaminas A, C y D. En cuanto al suministro de agua, la lactancia aporta un nivel suficiente; y sólo se recomienda aumentar su ingesta si la temperatura del ambiente es elevada o si padece de fiebre.
Desarrollo físico
- Puede levantar su cabecita por más tiempo, en un ángulo de 45 grados
- Comienza a abrir sus manitos
- Abre los brazos bruscamente y puede responder con expresiones faciales a estímulos repentinos
Desarrollo sensorial y motor
Comienza a sonreír con sentido, ya no de forma refleja
Puede observar fijamente el ambiente que le rodea y escuchar cualquier sonido
Diferencia claramente voces, sabores y proximidad de objetos
Desarrollo social
- Puede demostrar alegría o desagrado en respuesta a la presencia de personas
- Se tranquiliza chupándose las manos u otros objetos
- Comienza a disfrutar del momento del baño y a vocalizar
Sugerencias para los padres
- Involucra a papá en las actividades rutinarias del bebé: cambiarle el pañal, alimentarlo, cargarlo, bañarlo, etc.
- Ofrécele objetos con colores llamativos, brillantes y contrastantes, así como con sonidos, a fin de estimular sus sentidos